roberto rébora

cine
Una adaptación sobre la vida de Gauguin, que nos revela la naturaleza de su carácter y con ello comprender lo excepcional de sus decisiones, que lo llevaron a reinventar la vida misma: The moon and sixpence (1943).
Divertida, nos pinta el tozudo carácter del impráctico Rembrandt y sus relaciones con las distintas mujeres que compartieron con él su atribulada vida: Rembrandt (1936).
Muy sugerente asomarse a la vida del recién inmigrado pintor griego a la provinciana ciudad de Toledo, España, en donde la Inquisición, en auge, recela de su educación, talento e inteligencia, inculpándolo de faltas a la moral: El Greco (1966).

No soy ningún especialista en la materia, pero encuentro en esta película las escenas y visiones más conmovedoras y bellas del lejano medioevo ruso, una reflexión sobre los aspectos de la vida cotidiana a través del arte. Celebrada joya universal: Andrei Rublev (1966).
Admito gozar la debilidad de saberme crédulo e ingenuo al ver y vivir estas cine como si se tratara de la vida misma de los grandes artistas que representan. Esta producción recrea el temperamento del impetuoso pintor inglés y nos ofrece un paseo por escenas propias de la vida de todo pintor, extraordinariamente convincentes: Mr. Turner (2014).
Documento íntimo y amable, nos acerca a una figura de tan grande, vuelta invisible y lejana. El poder inigualable de los italianos y El Flamenco.