Nonsite: El Pedregal revisitado
El Pedregal es muy particular dentro de la topografía de la Ciudad de México. Una suerte de enclave cerrado en sí mismo, poco conocido por la población, un tanto mítico y primordial, ya que alberga varios sitios arqueológicos incluyendo las ruinas más antiguas en el valle de México, Cuicuilco y Copilco. La erupción del volcán Xitle ocurrida hace alrededor de 1700 años hizo que ese sitio fuera abandonado, dejando enormes mares de lava fría. Perla Krauze vivió en El Pedregal por varios años durante su niñez. En esa época era un sitio muy agreste ubicado a la orilla de la ciudad. Su urbanización casi no existía. Esta experiencia primigenia inspiró su trabajo artístico, aunque durante muchos años no era tan consciente de la importancia de este lugar en el origen de su obra.
El Pedregal cuenta con variedades de fauna y flora endémicas. Es un ecosistema frágil que la Reserva Ecológica del Pedregal de San Ángel (REPSA) cuida y conserva. La instalación de gran escala propuesta toma como antecedente o referencia conceptual el nonsite (no-sitio) desarrollado por Robert Smithson desde los años sesenta hasta su muerte accidental en Texas en 1973. El concepto de nonsite consiste en trasladar y reacomodar material de una zona geológica específica al interior de un espacio de exposición: en este caso de la zona del Pedregal al MUCA Campus. Si los fundamentos del nonsite* resuenan en la propuesta de Krauze, las traducciones formales de ambos artistas son muy diferentes: los nonsites de Smithson conservan la huella minimalista que caracterizó sus inicios escultórico y pictórico cuando reconocemos las influencias del imaginario de artistas como Mathias Goeritz y Dr. Atl en la formación estética de Krauze. El arquitecto griego Dimitris Pikionis es sin duda una de las inspiraciones esenciales de los pisos y pavimentos realizados por Perla Krauze con pedazos de recinto y piedra local.
El no-sitio resultante es un lugar para reconectar nuestro acercamiento al arte con uno de sus fundamentos modernistas progresistas teorizado a principios de los años treinta del siglo pasado por el filósofo estadounidense John Dewey. En el arte como experiencia, publicado por primera vez en 1934, Dewey se preocupó de la educación del hombre común a través del arte, liberándole del peso de los mitos intimidantes que le prohíben el acceso a la experiencia estética. La situación pandémica que vivimos desde marzo de 2020 no existía cuando empezamos a imaginar este no-sitio y el confinamiento causado por la epidemia provocó otros cuestionamientos o activó otros aspectos de los mismos. Por ejemplo, ¿qué sentido toma el aislamiento de un pedazo de naturaleza en un espacio cerrado cuando es recomendado quedarse en casa para protegerse de una amenaza bacteriológica? ¿Qué sentido tiene confinar la naturaleza? La evocación en una sala cerrada de una zona volcánica que existe justo afuera, al lado del espacio de exposición, cuestiona y refuerza la conciencia de que una naturaleza frágil está ahí. El destino del humano está orgánicamente ligado al destino del planeta que lo “aguanta o tolera”. Sin cambio en nuestra relación con los otros “pasajeros”, ya sean animales, vegetales o minerales, no vamos a sobrevivir mucho más o cada vez en condiciones más precarias.
Michel Blancsubé
* Dialéctica Sitio / No Sitio
Sitio | No-sitio |
1. Límites abiertos | Límites cerrados |
2. Una serie de puntos | Una matriz de materia |
3. Coordenadas exteriores | Coordenadas interiores |
4. Sustracción | Adición |
5. Certeza indeterminada | Incertidumbre determinada |
6. Información dispersa | Incertidumbre contenida |
7. Reflexión | Espejo |
8. Borde | Centro |
9. Algún lugar (físico) | Sin lugar (abstracto) |
10. Muchos | Uno |
Robert Smithson, The Spiral Jetty, primera publicación en “Arts of the Environment”, editado por Gyorgy Kepes, 1972.