ruídos / silêncios
El lenguaje que se escurre, dura…
« En los últimos años el artista mexicano Luis Felipe Ortega ha estudiado con obsesión a los artistas neoconcretos brasileños, para quienes el arte no se agota en un planteamiento teórico y tiene que ver más con una dimensión humanista del cuerpo, del fenómeno, de la percepción y de la experiencia, arrojándolo a un terreno altamente especulativo. Un tipo de arte en el que la geometría y la experiencia son siempre complementarias y en el que prevalece una dimensión artística (perceptiva) y no necesariamente científica (demostrativa).
Continuador de esos planteamientos, Ortega propone en este proyecto titulado Ruídos / silêncios (… ou a impermanência de uma ideia improvável) una obra que se apropia de fragmentos de piezas de Hélio Oiticica, Lygia Pape y Lygia Clark realizadas a comienzos de los 60, las descompone y luego las recompone en un mural para finalmente proyectarlas al espacio en un dibujo tridimensional que se sobrepone al plano del muro.
Esa operación de disección y fragmentación de las obras del pasado para su posterior recomposición, le permite entender de qué manera cada una de ellas podrían llegar a tener un sentido como un conjunto, como un solo cuerpo, capaz de afectar a otros cuerpos. Así, la obra que se presenta en el Instituto Guimarães Rosa de México es en su base neo-concreta pero la proyección es un arreglo y un ajuste que realiza Luis Felipe Ortega al neoconcretismo histórico bajo sus propios términos.
Así, selección, descomposición y proyección hacen parte de un proceso que Ortega ha comenzado a explorar en los últimos años, proceso que tiene que ver con un nuevo vitalismo en su trabajo y que ha involucrado una nueva dimensión de la historia del arte de raigambre brasileña. Un vitalismo, que más que una cita o una apropiación, es un desarrollo necesario de la misma manera en que los neoconcretos pensaban el arte de Mondrian o Vantongerloo. »
Daniel Montero