“La profundidad no es puro espacio, ya es tiempo, proceso que es un complejo o una amalgama hecha de distancias que son recorridos, puntos que son momentos, posiciones que son instantes”.
En cada uno de mis parpadeos una cortina baja y sube sin que yo piense inmediatamente en imputar a las cosas ese eclipse, en cada movimiento de mis ojos, que recorren el espacio ante mi, las cosas sufren una breve torsión de la que también me hago cargo y cuando camino por la vereda con la mirada fija en el horizonte de las casas, todo mi entorno cercano se estremece con cada ruido del zapato contra el asfalto, y luego queda en su lugar.
Lo único absoluto es el mundo vivido por dentro, el espacio de nuestra experiencia carnal del ser, que no posee ninguna forma determinada y puede poseerlas todas, que es siempre un motivo de indagación y búsqueda, de acción y creación; que es fuente inagotable de toda construcción y toda determinación: Absoluto abierto.”
Maurice Merleau-Ponty (1908-196)