piedra, papel o tijera | fernando garcía correa

La galería Le Laboratoire se complace en presentar la primera exposición individual de Fernando Garcia Correa en sus instalaciones, muestra especialmente diseñada para el primer GAMA WEEK (7-11 septiembre, horario abierto de 11 a 19h), semana del arte organizada directamente por la recién constituida Asociación de Galerías de la Cuidad de México. La muestra permanecerá hasta el 6 de noviembre y se incorporarán nuevas piezas a la largo de su periodo expositivo. 

La exposición Piedra, papel o tijera de Fernando García Correa presenta una nueva serie de esculturas realizadas con distintos tipos de ónix, mármol y cantera, así como recinto. Al igual que en sus series de pinturas y dibujos, la ejecución de estas piezas parte de parámetros simples y definidos que gradualmente se van alterando. Lo anterior refleja el interés de García Correa, en relación a la serie, no solo por generar una estructura sino también por descomponerla. En el caso de las piezas de esta serie sin titular, el principio básico es el encuentro en ángulo de la horizontal y la vertical, una forma que rechaza una masa compacta y que, al contrario, le imprime cierto dinamismo a la escultura. Más aún, dicha forma aparece desde la antigüedad como una solución escultórica perenne, tal y como se puede apreciar en algunos ejemplos de tallas prehistóricas asiáticas o de estatuaria mesoamericana. En este sentido, las piezas de García Correa retoman esta solución mediante la abstracción, con el fin de explorar las relaciones que establece una pieza con otras y, en conjunto, con la situación espacial donde los espectadores nos encontramos situados.

Ciertas cuestiones técnicas del proceso de producción de las esculturas determinan, en parte, dicha solución marcada por el encuentro de la horizontal con la vertical. El corte de la piedra es central en esto y marca cierto ritmo en la serie. Esta forma de trabajar los distintos minerales establece cambios de proporción o escala en las esculturas, a partir del proceso de corte y talla. Más aún, dentro del conjunto de piezas existen varios ejemplos donde se puede observar cierta descomposición o variación de los determinantes esenciales de la serie. Ejemplos de esto son algunas esculturas cuyo elemento vertical se va ensanchando en uno de sus extremos u otras piezas que presentan una especie de escalón al término del soporte horizontal. Estas cuestiones emparentan su producción escultórica con sus series de pintura y dibujos en las que conceptos como ritmo, regla y descomposiciónasí como proporción son de primera importancia

En relación a este último punto, no se puede escatimar el interés que García Correa puede tener con respecto a las cualidades materiales de las piedras que utiliza y la forma en la que se pueden vincular con su producción bidimensional. El ónix, por ejemplo, al ser cortado perpendicularmente en el sentido de la veta tiende a producir diseños lineales que pueden recordar series de pinturas y dibujos realizadas por el artista desde el 2001, como Continuo y 5039 (ambas del 2006). Las esculturas hechas con este mineral que pertenecen a esta serie, de hecho, cuentan con este tipo de corte, subrayando su diseño lineal. Dentro de la exposición Piedra, papel y tijera también se presentan piezas en piedra que se podrían asociar a otros trabajos del artista. Estas obras se articulan a través de esculturas con una solución compacta que se instalan sobre el muro, en relaciones que pueden agrupar desde un número reducido de elementos monocromáticos hasta conjuntos que llegan a alcanzar una escala mural. Bird (2021) es un ejemplo de este tipo de piezas. Trabajos como este pueden recordar murales hechos con una multiplicidad de elementos modulares, como 1010P250 (1997-99) o 11.701.7P1059 (2002). 

A la par de estas esculturas y piezas en piedra, también se exhiben dentro de Piedra, papel y tijera varios dibujos que se pueden relacionar con distintas series producidas por el artista. Cuatro piezas Sin título, por ejemplo, retoman el énfasis en la línea que caracteriza a numerosos de sus trabajos anteriores. Realizados con tintas de distintos colores, las líneas inundan la superficie del papel hasta concretar la apariencia de monocromos – una solución que se aproxima a intereses pictóricos. Otros dibujos que se respaldan en este sistema de líneas cuentan con un trazo más orgánico, como si su movimiento estuviera condicionado por una topografía secreta que se oculta en el papel. Este tipo de piezas se prestan fácilmente a establecer una correspondencia formal con las más recientes esculturas del artista, a partir de las vetas que presentan algunas obras. 

Dentro del conjunto de obra sobre papel, destaca el tríptico A, B, C (2021) compuesto de piezas de mayor formato y dispuestas en un sentido vertical. Más que líneas, esta obra retoma el motivo circular que también ha sido constante en la producción de García Correa desde mediados de los años noventa. De hecho, las distintas esferas representadas en cada uno de los tres pliegos de papel japonés parecen referirse a distintas series del artista en las que la circunferencia se encuentra presente, como PielSombra de bosque Suculentas. El proceso de producción de este tríptico estuvo determinado en un principio por las manchas que dejaba la tinta al aplicarse en un pliego de papel sobre los otros dos. No obstante, este criterio inicial no excluyó el diseño de circunferencias autónomas, de acuerdo a la solución específica que demandaba cada elemento que compone este trabajo. A, B, C, así, es ilustrativa de la lógica detrás de la producción de García Correa en lo que respecta a la articulación de determinantes de una serie y su posterior descomposición.   

  

 

Daniel Garza Usabiaga
30 de agosto 2021

LH1
tintas minerales sobre papel japonés
35 x 136 cm, 2021
LH2
tintas minerales sobre papel japonés
35 x 136 cm, 2021
D1 y D2
tintas minerales sobre papel japonés
23,5 x 17,2 cm, 2021
D3, D4, D5
tintas minerales sobre papel japonés
 17,2 x 23,5 y 23,5 x 17,2 cm, 2021
MPV1
mármol Peñuela de Veracruz
120 x 20 x 80 cm, 2021
MPV2
mármol Peñuela de Veracruz
120 x 20 x 80 cm, 2021
D6, D7, D8, D9
tintas minerales sobre papel japonés
 17,2 x 23,5 cm, 2021
D10, D11, D12, D13
tintas minerales sobre papel japonés
23,5 x  17,2 cm, 2021
R1, recinto, 28 x 18 x 6 cm, 2021
R2, recinto, 28 x 21 x 7 cm, 2021
R3, recinto, 38 x 23 x 6 cm, 2021
ON1, onix negro, 24 x 28 x 6 cm, 2021
MP1, mármol Paris, 46 x 23 x 5 cm, 2021
MB1, mármol blanco, 45 x 23 x 7 cm, 2021
MB2, mármol blanco, 54 x 34 x 6 cm, 2021
ON2, onix negro, 58 x 27 x 6 cm, 2021
D14, D15, D16
tintas minerales sobre papel japonés
 23,5 x 17,2 cm, 2021
D17
tintas minerales sobre papel japonés
 23,5 x 17,2 cm, 2021

“La practica de Fernando Garcia Correa es anormal. (…) La razón de este adjetivo está en su singularidad dentro del contexto en el que se ha formado, en la manera en que ha respondido a la densa tradición del arte abstracto tanto a nivel local como internacional, a la apuesta que ha hecho por eludir el precoz y retórico onanismo pictórico-conceptual y, en su lugar, procurar la gestación de nuevas preguntas sobre el papel que juega el arte, la abstracción, el accidente y el erotismo en la sociedad contemporánea, ello a partir de un trabajo que antepone la experimentación a la fórmula y una práctica basada en la diversidad de disciplinas y técnicas artísticas mas no en la prestigiosa renta que algunas de éstas ofrecen por el mero hecho de alabarlas y defenderlas a ultranza.” 

 

Victor Palacios

 

(Fragmento del texto escrito con motivo de la exposición “Procurada Corrupción” del 13 de diciembre 2012 al 14 de abril 2013,
realizada en el Museo de Arte Moderno de la Ciudad de México).

1 A, B, C
tintas minerales sobre papel japonés
3 x 136 x 35 cm, 2021
ON3, onix negro, 67 x 25  x 6 cm, 2021
ON4, onix negro, 64 x 30 x 6 cm, 2021
OC1, onix café, 35 x 20 x 6 cm, 2021
C1, cantera, 67 x 43 x 6 cm, 2021
OC2, onix café, 37 x 24 x 6 cm, 2021
OC3, onix café, 31 x 24 x 5 cm, 2021
C2, cantera, 64 x 42 x 8 cm, 2021
OC4, onix café, 22 x 19 x 5 cm, 2021

“ (…) Nunca me he sentido ligado a ciertos postulados; más bien me he enrequecido con ellos (añadiendo pero no sumándome). Actualmente no puedo definir cuáles serían las ideas con las que me siento más vinculado pero, al respecto, me parece interesante el ejercicio de escribir alguns palabras relacionadas a este asunto:
Presencia
Sensación 
Ritmo, serie, regla, descomposición, organicidad, estructura
Proporción y tactilidad
Objeto y representación
Interno y externo
Necesidad
Resistencia.” 

 

Fernando García Correa

 

 

(Fragmento de la entrevista realizada por María Minera con el artista, con motivo de la publicación en 2013 del libro “Procurada Corrupción”, Editorial RM.) 

M1, marmol blanco, 40 x 36 x 23 cm, 2021
M2, marmol blanco, 36 x 22 x 35 cm, 2021
M3, marmol blanco, 40 x 37 x 17 cm, 2021
Bird
Instalación con 16 piedras de onix y mármol
medidas variables, 2021
D18
tintas minerales sobre papel japonés
 17,2 x 23,5 cm, 2021
C3, cantera, 58 x 30 x 8 cm, 2021
C4, cantera, 47 x 17 x 8 cm, 2021
D19
tintas minerales sobre papel japonés
23,5 x  17,2 cm, 2021

Fernando García Correa
méxico, 1958

Sus primeros estudios los realiza en la Escuela Nacional de Pintura y Escultura La Esmeralda y en la Academia de San Carlos para posteriormente cursar la carrera de dibujo en la Escuela Nacional Superior de Bellas Artes de París en donde vive de 1980 a 1991.

A la fecha Fernando García Correa ha trabajado durante más de 30 años concentrado sus esfuerzos en hacer avanzar las causas de la pintura abstracta. Durante los últimos veinte años, ha construido lenta pero tenazmente un cuerpo de obra que analiza y explora los terrenos de la pintura post-minimalista.

Para poder apreciar la importancia y calidad de su trabajo en el contexto artístico mexicano, es importante entender que la abstracción se ha desenvuelto en nuestro país de forma desigual. Su historia no es paralela a la Europea o a la Norteamericana, de hecho, la pintura abstracta era prácticamente inexistente antes de los años cincuenta, cuando algunos artistas europeos la importaron con el exilio, para después ser adoptada por una joven generación de artistas mexicanos como una forma de crítica y respuesta al muralismo así como un medio para superarlo, en los años setenta. La abstracción de La Ruptura estaba más relacionada con la poética y la estética de la Escuela de París que con la pintura abstracta de Nueva York, por lo que perdió el impulso que ésta genero al establecer las bases del minimalismo y su descendencia como uno de los cambios más importantes en el gusto y pensamiento estético de finales del siglo XX. El minimalismo nunca llegó a México y esto afectó de manera determinante y desafortunada el desarrollo de la pintura abstracta ya que, se puede argüir, la buena pintura abstracta de los últimos treinta años se ha desarrollado como una respuesta al minimalismo.

El trabajo de Fernando García Correa ha tratado de llenar el vació entre la pintura abstracta mexicana y la más relevante pintura abstracta internacional. A partir de 1986 ha realizado 30 exposiciones individuales en México y el extranjero y ha participado en exposiciones colectivas en México, Colombia, Estados Unidos, Francia, España, Puerto Rico, Cuba, Suiza y Canadá.

Su trabajo, que se encuentra representado en colecciones públicas y privadas de México y el extranjero, ha recibido distinciones como el premio de adquisición de la XII Bienal Rufino Tamayo en 2006, la Beca de la Fundación Pollock – Krasner en 2010 y el Sistema Nacional de Creadores en 2005, 2010 y 2015. Vive y trabaja en la ciudades de Mérida y México.