![]() |
La palabra sinestesia viene del griego, syn, junto, y aesthesia, sensación. Se trata de una enfermedad neuro fisiológica en la que algunos escuchan colores, otros experimentan sensaciones gustativas al tocar algún objeto, etc. En las artes, la idea de la sinestesia ha conformado el pilar de un nuevo espacio en donde han surgido distintas metáforas entre lo visual y lo sonoro, entre la música y la literatura, la pintura y la música, la poesía y los distintos sentidos de nuestra percepción. Es un lugar en el que existe la obsesión de traducir de un medio hacia el otro, de encontrar las complementareidades entre lo negativo y lo positivo, lo cálido y lo gélido, lo dulce y lo amargo. Desde el siglo XVIII, científicos como Newton buscaron las correspondencias entre los colores y los sonidos. En el siglo XIX, los poetas simbolistas incorporaron estos principios en sus escritos en aras de encontrar un arte total, búsqueda que halló su plenitud en las primeras vanguardias artísticas de inicios del siglo XX.
La sinestesia es una enfermedad en las artes, pero es también una especie de vacuna manufacturada con su propio veneno. Los artistas que no logran conformarse con un solo oficio disciplinar, y que sienten la urgencia de traducir sus ideas a través de otras prácticas, de otros lenguajes, se vuelven bífidos, trífidos y hasta polífidos. En realidad, nuestra percepción siempre ha funcionado dentro del paradigma de la simultaneidad, y sabemos por otro lado que las polaridades son relativas, que una partícula es al mismo tiempo una onda, y una onda una partícula, que un hombre es una mujer, y una mujer es un hombre. Este miedo infundido por la maquinaria social a una pérdida de la identidad, del oficio, del género, nos ha vuelto anestésicos (de la raíz griega anesthesia = insensibilidad).
Sinestesia es una exposición de distintos creadores mexicanos que buscan su curación en la propia enfermedad, en el propio vicio de querer ver, escuchar y degustar otras cosas a partir de un lugar, de una idea. Son drogadictos, adictos a la búsqueda de sensaciones paralelas y nuevas. Ellos no tienen que ingerir LSD, tan solo necesitan deshacerse de lo anaesthesico, buscar la simultaneidad y las correspondencias desde el oficio propio de cada cuál, perseguir el arcoiris perdido del Gesamkunstwerke, o cuando menos practicar un arte polisémico, multifacético y holistico que exprese de mejor forma la complejidad de nuestro espíritu.
Manuel ROCHA Iturbide julio 2017
|
Antonio Fernández Ros
Espectograma |
![]() |
La serie “Espectrograma” es una representación tridimensional de la palabra “logos” pronunciada por el autor. El eje vertical representa a todas las frecuencias presentes en la palabra en determinado instante. El eje horizontal marca el tiempo transcurrido. Y el tercer eje, perpendicular al tiempo y a la frecuencia representa la intensidad o volumen con el que se presenta cada frecuencia. Mientras más cerca esté la frecuencia al color amarillo o al blanco mayor es su intensidad. Por el contrario, el negro y los colores oscuros representan frecuencias de intensidad prácticamente imperceptibles.
Antonio Fernández Ros (México DF., 1961) Estudió composición en la Escuela Nacional de Música. Obtiene la licenciatura en composición en el Mannes College of Music de la ciudad de Nueva York y realiza estudios de posgrado en la City University of New York. Mediante una beca del gobierno francés hace una especialización en música por computadoras y nuevas tecnologías en París, donde trabaja en el IRCAM, en el GRM y con I. Xenakis en la Sorbona. Fue coordinador del Laboratorio de Música por Computadoras de la Escuela Nacional de Música. Ha recibido la beca para jóvenes creadores y el apoyo a co-inversiones por parte del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México y ha sido acreedor de una beca de la Fundación Rockefeller. En 2013 obtiene el premio EPROMUSICA por parte del gobierno mexicano para realizar una obra para voz y medios electrónicos. Actualmente es miembro del Sistema Nacional de Creadores del FONCA. Ha realizado exposiciones individuales en el Museo Universitario de Arte Contemporáneo y el Museo de Arte Carrillo Gil.
La música de Antonio Fernández Ros ha sido escuchada en el Merkin Hall de Nueva York, la Brooklyn Academy of Music, el Festival Internacional Cervantino, y diversos festivales en Latinoamérica y Europa. Ha sido interpretada por agrupaciones como la Filarmónica de la Ciudad de México y la Filarmónica de Brooklyn bajo la dirección de Lukas Foss.
|
Manuel Rocha Iturbide Radiografías VI y VII (acciones realizadas durante Zona Maco 2017) |
![]() |
Obra gráfica realizada a partir de la escultura empty piano, un piano desarmado que queda casi completamente vacío salvo por su arpa y sus cuerdas de acero. A éste piano que ya no puede ser tocado de manera tradicional se le efectuaron radiografías metafóricas colocando distintos papeles del tamaño del arpa y realizando frottages (técnica que consiste en frotar un lápiz o pedazo de grafito o carbón sobre un objeto) y golpages (misma técnica descrita anteriormente pero a partir de golpes con baquetas de percusión cubiertas de grafito o carbón en polvo). Este es uno de los resultados gráficos de estos procesos (más cercano al frottage que al golpage), una especie de imagen fotográfica que nos recuerda al sudario de Jesucristo (el manto con el que fue cubierto después de morir en la cruz que fijó su cuerpo). Para generarla, fue necesario volver a hacer vibrar el esqueleto del piano, frotar y golpear sus cuerdas con pedazos de carbón, de grafito y baquetas.
Manuel ROCHA ITURBIDE (México DF., 1963)
Compositor, artista sonoro, investigador y curador.
Estudia la licenciatura en la UNAM, maestría en Mills College, y un doctorado en el área de Música y Tecnología en la Universidad de París VIII. Su música ha sido ejecutada en varios continentes recibiendo encargos del Instituto IMEB de Bourges, Festival Cervantino, Cuarteto Arditti… Ha sido beneficiado con las becas del SNC de México, del Banff Center for the Arts, de la Fundación Japón. Ha ganado premios en los concursos Luigi Russolo de Italia y de Música Electroacústica de Bourges, Francia, entre otros. Co-fundó y fungió como curador del festival internacional de arte sonoro de 1999 a 2002. Algunas exposiciones importantes en las que ha participado son: Galería Chantal Crousel (París, Francia, 1994), Lines of Loss en Artists Space (NY, 1997), Bienal Internacional de Sidney (Australia, 1998), Project Rooms de la Feria ARCO (1999), Nothing en Roseeum (Malmo, Suiza, 2001), AVATAR (Quebec, Canadá, 2002), Koldo de Mixtelena (San Sebastián, España, 2007), Forum Internacional de las culturas (Monterrey 2007), McBean Gallery (San Francisco, California 2010), Xng Dong Chaeng Space for Contemporary Art (Pekin, China 2011), MuAC (México DF. 2012), galería le laboratoire (México DF. 2012 y 2014); Fundación Prada (Venecia, 2014), Zona MACO 2013 (Premio 1800 José Cuervo), 2014 y 2015. Rocha ha dado cursos de Historia del Arte y Estética (1987-88), música por computadora (Universidad de París VIII , 1995-96), arte interactivo (Centro Multimedia 1997-1998) y arte sonoro (Esmeralda), entre otros.
|
Michael Nyman Numbers |
![]() |
Michael NYMAN (Londres, 1944) es compositor, videoartista, escritor y cineasta. Reconocido por las bandas sonoras que ha compuesto para otras cineastas desde 1976, su trabajo visual ha emergido en los últimos cinco años como complemento a su proceso creativo. |
Ricardo Pohlenzn
Nada en el columpio |
![]() |
La materialidad de las palabras es algo que se escapa, digamos -en su doble naturaleza- a lo aprehensible. Se ve y no se ve, o más bien, se ve y se deja de ver, como el vaho que deja el aliento sobre vidrios y espejos. Es una evidencia, una manifestación, un rastro que queda, invisible a los ojos, sobre una superficie y la siguiente. Nuestra relación con las palabras es semejante a la que tenemos con las cosas –están ahí, se usan, se mueven, se buscan, se pierden- mientras juegan a ser cosas y a ser las cosas que dicen las cosas. Es algo que se dice (es más, es algo que se dice y que tiene un sentido o no) pero también es algo que se escribe para decirse. Se dice cuando lo lees, pero no deja de decir cuando no lo lees, o más bien; no dice sino cuando lo lees, pero mientras tanto, está listo para ser leído. Existe en un estado latente, como cualquier otro utensilio o herramienta. Es un tema tan antiguo como los utensilios y las herramientas, como el lenguaje que las dice y las hace. Las herramientas y los utensilios tienen una materialidad que no es comparable a la de las palabras que las nombran (o para el caso, el dibujo que las representa), y aún, cumplen un propósito semejante en la ilusión de que son extensiones. Cuando digo la mano que empuña el martillo y el brazo que lo levanta, describo la acción. Cuando dijo el ruido que produce el golpe del martillo utilizo una interjección y la adorno (o no) con signos exclamativos. Pero puedo ir más lejos y estamparla –con sellos tipográficos, por ejemplo- que emulen y no a los robos, préstamos y apropiaciones que determinaron el uso de este recurso en distintas geografías y con diversos fines a lo largo del último siglo, que sean una cosa y la siguiente, que digan una cosa y la siguiente. Es de Dadá para acá. Las evoluciones, las rupturas, las ausencias y las discrepancias de un ruido –de una forma de hacer ruido y de representarlo- es comparable al del avión, que se reconoce, que se dice avión, de una y otra manera, se dice en lugar de o se imita: se hace sh o iii o vrom mientras se emula con la mano el cuerpo que vuela o se dibuja una estela blanca en el cielo o se dice estruendo o se describe como el ruido de hacen las turbinas (y que uno imita con el aire que pasa entre los dientes o entre los labios o desde la garganta). Las estampas son sellos. Los sellos son timbres. Los timbres son estampas. Hago trampa entre un sentido y el siguiente y entre el timbre que pego y el timbre que toco (o que están tocando) las palabras suenan, resuenan, se vician y se pierden, se colorean y amplifican en las paredes de nuestra cabeza. Va y viene, va y viene, dentro de ese necio diapasón de texturas, sonoridades y sentidos.
|
Vicente Rojo Cama Inmersión |
![]() |
Partiendo de la premisa de Sinestesia, Inmersión propone entrar de lleno a un espacio en el cual los sentidos se transformen, una claustrofobia de sensaciones físicas y sonoras. Rodear al espectador de elementos que transmitan una perdida de los parámetros espaciales a través del sonido y un espacio restringido.
|
Guillermo Santamarina Cajetillo de cerillos y foco |
![]() |
La sinestesia es una enfermedad en las artes, pero es también una especie de vacuna manufacturada con su propio veneno.
|
Rogelio Sosa Applause |
![]() |
Aplausos es una pieza concebida en 2007 que corresponde a una serie de obras que giran en torno a el sonido y el soporte sonoro en los medios de comunicación masiva. Otras piezas de ese periodo son “Medios vacíos” (2006) y “Feedback bouquet” (2007).
|
Roberto Turnbull Artefacto de ruido gris |
![]() |
Los impulsos son controlables en su velocidad y enviados a bocinas de diferentes rangos. Pero al final se crea una sucesión de ruidos rítmicos pero sin patrón, irrepetible.
|
Guillermo Santamarina, Emilio Valdés, Mauricio Orduña |
![]() |
Maqueta para un monumento sobre la contemplación del destino, entre sinestesias y entropías Alguien pensará que Emilio no quiere estar aquí, y que aunque tampoco es feliz en otros lugares, preferiría estar en su contexto habitual, y ahí eventualmente confrontar en silencio su destino. En un supuesto de representación del dar y recibir. Aunque, tal vez esa balanza no ocurre como tal, y actualmente su entrega (obligada) es superior a las inyecciones que aquí le suministran intermitentemente. Inyecciones de cierto toque humano, acaso estereotipado, cuyo despliegue sistemático parece ya precipitarse a otra cadena probablemente inmutable, distorsión de su forma previa, perversa, y muy probablemente supeditada a una patología. |
|
![]() |